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Un paso más hacia la verdad, Unidad de Búsqueda logra identificar a Dimas Paredes, victima del conflicto armado

Tras casi un cuarto de siglo de angustiosa espera, la familia Paredes finalmente pudo darle el último adiós a Dimas. Gracias a la incansable labor de la Unidad de Búsqueda, los restos de Dimas fueron exhumados y debidamente identificados, poniendo fin a años de incertidumbre.


Las raíces del conflicto

Casanare y Boyacá, departamentos ubicados en la región oriental de Colombia, han sido marcados por el conflicto armado interno que ha azotado al país durante décadas, la violencia, el desplazamiento forzado y, especialmente, las desapariciones forzadas, han dejado una profunda huella en estas comunidades.


El conflicto armado en Colombia tiene raíces complejas, entre las que se encuentran la desigualdad social, la disputa por el territorio y los recursos naturales, así como la influencia del narcotráfico, en Casanare y Boyacá, la disputa por tierras fértiles y la presencia de grupos armados ilegales como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos paramilitares, intensificaron la violencia.   


Una de las consecuencias más devastadoras del conflicto armado en estas regiones ha sido la desaparición forzada de miles de personas, estas desapariciones han dejado a familias sumidas en el dolor y la incertidumbre, sin saber el paradero de sus seres queridos. Las desapariciones forzadas son consideradas crímenes de lesa humanidad y constituyen una grave violación de los derechos humanos. Los perpetradores de estos actos suelen ser grupos armados ilegales, pero también se han registrado casos de complicidad de agentes del Estado.


Las desapariciones forzadas han tenido un profundo impacto en las comunidades de Casanare y Boyacá. Las familias de las víctimas han sufrido un duelo prolongado y complejo, marcado por la incertidumbre y la falta de justicia. Además, las desapariciones han generado un clima de miedo y desconfianza, debilitando el tejido social y dificultando la construcción de paz.

Tras una ardua búsqueda de casi un cuarto de siglo, la familia Paredes finalmente pudo darle sepultura digna a Dimas Paredes Sigua, quien desapareció en 1996 en el departamento de Casanare. Gracias a la labor de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, se logró identificar sus restos y entregarlos a sus seres queridos.

La Unidad de Búsqueda, en coordinación con las autoridades locales y el Instituto Nacional de Medicina Legal, llevó a cabo una investigación humanitaria que permitió ubicar los restos de Dimas en una fosa común del cementerio de Aguazul. A través de pruebas de ADN y otras técnicas forenses, se pudo confirmar su identidad.

Belén, hermana de Dimas, expresó su profundo alivio al poder cerrar este doloroso capítulo de su vida. Sin embargo, la familia aún busca a su padre y a otro hermano menor, desaparecidos en años anteriores.

La entrega de los restos de Dimas se suma a otras diez realizadas en Casanare y Boyacá, demostrando el compromiso de la Unidad de Búsqueda por brindar paz y justicia a las familias de las víctimas del conflicto armado.


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